martes, 25 de septiembre de 2007

El Sueño.


Te voy a contar un sueño que tuve a la edad de cinco años.

Me soñé en un espacio vacío, de una oscuridad infinita, negro.
Fui consciente de que podía ver pero no veía nada
hacia donde dirigía la mirada sólo había oscuridad
no había cielo
ni tierra
ni horizonte
no hacía frío no hacía calor
no había sonido no había silencio
percibí que algo venía hacía mi,
gradualmente algo se desprendió de la negrura
mas no del todo porque lo que surgió también era oscuro
también era negro.
Lentamente, en una eternidad instantánea de tiempo
una carroza de grandes ruedas apareció ante mi
venía tirado por una o varias bestias de enorme tamaño
que no pude reconocer
los contornos del vehículo se destacaban con una luz desconocida
con reflejos como de azabache, hierro y obsidiana.
El carro se detuvo, justo frente a mi se abrió una puerta
al interior del carro la misma insondable oscuridad
y sin embargo, tuve la sensación que había
alguien dentro de el.
Una silueta envuelta en un manto negro se incorporó
supe quién era, La Muerte.
Un par de manos blancas se abrieron acercándose

—Ven —. escuché.