la conciencia no cultivada
se aferra a lo que le agrada
y rechaza lo que no le agrada
abraza lo poco que conoce
y golpea lo mucho que desconoce.
A los seres vivos
no les gusta la muerte
a tal grado que llegan a imaginar
la vida eterna.
El último reducto es
el propio cuerpo, la propia sensación, la propia emoción
la propia idea y opinión.
Cuando todo se transforma alrededor
el Yo no quiere que nada cambie
al menos "no mi familia, no mi país, no mi mundo"
y si cambia
que sea como Yo digo.
La verdad es que no comprendemos la vida
mucho menos la muerte.
Tal vez, algún día,
aceptemos lo que somos.
se aferra a lo que le agrada
y rechaza lo que no le agrada
abraza lo poco que conoce
y golpea lo mucho que desconoce.
A los seres vivos
no les gusta la muerte
a tal grado que llegan a imaginar
la vida eterna.
El último reducto es
el propio cuerpo, la propia sensación, la propia emoción
la propia idea y opinión.
Cuando todo se transforma alrededor
el Yo no quiere que nada cambie
al menos "no mi familia, no mi país, no mi mundo"
y si cambia
que sea como Yo digo.
La verdad es que no comprendemos la vida
mucho menos la muerte.
Tal vez, algún día,
aceptemos lo que somos.
El ego es incapaz de percibir el cambio.
ResponderEliminarReacciona porque es incapaz de actuar.
Los prejuicios lo sostienen y no él a los prejuicios.
Sin ellos él no “es”,
Lo que él propone como “cambio” es tan solo una sustitución de un prejuicio por otro.
Acróbatalunar