domingo, 2 de marzo de 2008

El Hermano en-la-Selva.


Estoy sentado
afuera
calla la marcha de las palas
duermen.

Oigo una voz querida
me dice que
el odio
es ira contra el interior
que todavía es rencor
que aún no hay perdón.

Después vendría el reencuentro.
El pasado
¡qué bella obsesión!
lúgubres pasillos
escaleras mortecinas
¿quién lee tantos carteles?

La espera transcurre
tomando cerveza
¿logrará la democracia sobrevivir
a la alternancia en el poder?
¿qué es el recuerdo,
sino la imagen de un che
que no era el Che?

No digas lo que no quieras que se sepa.
No nombres lo que no deseas
¿a dónde vuelan la palabras
arrastradas por el viento?
¿lo que las paredes oyen
lo sostienen o lo callan?

El individuo
o
la masa,
con mil pesos.

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