Para controlar a la población
nada mejor que el miedo.
La superstición, la desinformación y la propaganda
tienen como propósito aprovechar la ignorancia de la
población para que vivan en la incertidumbre
en la preocupación y con temor.
Hay dos maneras de controlar a los ciudadanos;
por medio de ejecuciones en la plaza pública
y por medio de asesinatos cometidos en secreto.
El miedo invade los corazones, nadie está seguro,
todos desconfían de todos, se mira por encima del hombro,
la gente murmura esparciendo el miedo como una plaga.
El gobernante arresta y aniquila a los conspiradores
cuando ya no los necesita.
La superstición, la desinformación y la propaganda
tienen como propósito aprovechar la ignorancia de la
población para que vivan en la incertidumbre
en la preocupación y con temor.
Hay dos maneras de controlar a los ciudadanos;
por medio de ejecuciones en la plaza pública
y por medio de asesinatos cometidos en secreto.
El miedo invade los corazones, nadie está seguro,
todos desconfían de todos, se mira por encima del hombro,
la gente murmura esparciendo el miedo como una plaga.
El gobernante arresta y aniquila a los conspiradores
cuando ya no los necesita.
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