Dios o demonio.

Una voz lúgubre preguntó:

¿Un Dios que no es amor es en realidad un Demonio?

Sirviente-del-Ojo respondió:

Dios y Demonio
son dos orillas
quien camina por la orilla
corre el riesgo de caerse.

Hay personas que cuando piensan en Dios
y cuando piensan en el Demonio
piensan en recompensa

para esas personas Dios y Demonio son lo mismo,
una recompensa.

Hay personas que cuando piensan en Dios
y cuando piensan en el Demonio
piensan en castigo

para esas personas Dios y Demonio son lo mismo,
un castigo.

Cuando el amor surge dependiendo de la recompensa
no es verdadero amor
sino búsqueda de recompensa.

Cuando el amor surge dependiendo del castigo
no es verdadero amor
sino escapar del castigo.

Por eso, al hablar de Amor
no mencionemos recompensa ni castigo
pensemos mejor en la compasión, en la comprensión
y en el perdón.